lunes, 26 de enero de 2015

Nocturnia

Un día me desperté y comprendí que todo era diferente; habían pasado tres meses, ya no estaba y yo no quería que volviese, me encontraba bien, tranquila, felíz. Pero algo más había cambiado, a pesar de haber encontrado la paz tras esa tormenta de miseria en la que me perdí, naufraganzo sin rumbo... A pesar de haber encontrado la costa y por lo tanto mi salvación... Algo en mi estaba... Desconectado.
Me di cuenta de que nada sería como antes, y sobre todo empecé a comprender el miedo que me daba volver a sentir algo más profundo que un deseo sexual incotenible.
Sí, he caído en el tópico de "me da miedo enamorarme", ¿eso me hace no estar felíz, volver a la tristeza? No, claro que no, que vuelvo a ser yo es una afirmación incuestionable. Pero tenía que haber una pega, una herida más profunda que el resto.
Hay heridas que provocan miedo, y ese miedo no tiene fecha de superación. Ya no recuerdo lo que es sentir paz al besar unos labios, ni nerviosismo al desear el tacto de una mano. ¿Qué cosas, verdad? Menuda felicidad individual la que he descubierto, menudo lobo solitario de corazón de hierro el de mi alma.

viernes, 23 de enero de 2015

Pausa

Tengo el fuego del vencido acorralado en este cuarto creciente. Tal vez una rosa que hizo crecer sus espinas impidiendo el paso a cualquier contacto directo.
Es volver a mirar en lo más profundo del alma para encontrarse con esa verdad aplastante; se necesita más tiempo.
Huyo, corro del sentimiento de miedo al pensar en volver a sentir... Menuda putada tan febril, yo intentando trazar curvas en este deteriorado atardecer y el miedo disparando a mis pies para verme bailar.
Me encuentro terriblemente independiente para dejar entrar a nadie, no lo busco, ahora no puedo hacerle frente a pesar de ser solo esa herida final que no ha dejado dolor pero sí temor... Valiente cobarde, impartiendo la justicia del sabio y viviendo entrecortada en mi felicidad paralela.
Qué sabio el destino mostrándome la simpatía del lobo solitario y los días de sonrisas eternas; de relojes lentos y cicatrices perezosas.

lunes, 19 de enero de 2015

El cobarde se hundió

Creo que la vida me sabía a poco, estaba conforme con unas palabras oxidadas que no hacían más que clavarme el puñal más hondo creando una sima demasiado abismal.
Cuando digo que hay que confiar en el universo es por una razón, es sabio e inteligente; hace unos meses me encontraba en el infierno,  rodeada de fantasmas y de lágrimas, hoy sonrío; antes solo quería la soledad, hoy... Bueno, tengo claro lo que ando persiguiendo, y la soledad no está en mis planes.
Podría decir que somos como niños jugando al pilla pilla, que volvemos a deshojar margaritas buscando la respuesta que queremos, o simplemente que hay caminos que están destinados a cruzarse.
En algún momento las sonrisas dejan de ser de cristal y se vuelven palpables, los ojos se te van y algo en ti resurge. Es empezar desde cero siguiendo un sol radiante de esperanza... Y de ilusión, porque vuelve la ilusión.

"Qué bonitas las siluetas de los pequeños jugando a ser gigantes".
- Lo son, más de que ellos creen, están llenos de vida.
- "Y tú, has vuelto a tu oasis"
- Eso parece.

Los versos han vuelo
los demonios han muerto.
Siendo alma de la noche
retorno en fuego refulgente,
cenizas de sal incrustadas
en esta pieza del puzzle inminente.
El sol salió,
el cobarde se hundió.

viernes, 16 de enero de 2015

Cenizas aspiradas

Nadie dijo que vivir rozando el tiempo fuese fácil; pelear contra ese péndulo de sangre helada que gotea con cada movimiento buscando presas nuevas.
Pero algunos lo hacemos, nos ponemos firmes y sin más armas que nuestra propia esperanza batallamos contra ese terrorífico tic tac que a las 12 en punto dispara con su atronador rugido. Hablamos mucho de la horrible sensación de perder el tiempo pero poco de la paz de estar en silencio viendo como esa aguja no para nunca, y cómo tú permaneces firme. De esta manera te conviertes en el pequeño revolucionario del tiempo, bañando tus ojos en esos labios que tanto deseas besar.
Algunos perecen en esta lucha descontroladamente  trágica, pierden la noción de los días y buscan la huida en el tránsito de las calles descalzas... Como un enfermo de alzheimer que pasea la mirada por las cicatrices de su piel para buscar la causa.

Pero por muchas cicatrices que podamos tener al final seguimos buscando ese inciso de locura que nos vuelve especiales, seguimos queriendo ser los capitanes del Titanic pensando que lo salvaremos. Solo que nuestro iceberg no es un pedazo de hielo gigante, y muchos perecen como Jack bajo esas aguas heladas. Pero no todos.
¿Qué cómo lo sé? He visto el infierno con mis propios ojos y me he sentido como ese pobre condenado a una vida eterna de historias de punto y final. Pero del infierno se sale.
Llega un momento en el que cuando vuelves a mirar a ese maldito reloj lo despojas de todo rastro de sangre seca, lo limpias de los tristes recuerdos de puñales helados y lo conviertes en ese juguete de oro. El "tempus fugit" ya no es una tragedia, terminas comprendiendo que el tiempo puede ser un valioso aliado lleno de sabiduría y esperanza.

Por eso te quedas quieto viendo como la gente corre de un lado para otro, tu corriente maldita ha terminado convirtiendo el fuego de tu corazón en cenizas ya despojadas de toda resignación.
Simplemente dejas de mirar con miedo cada horizonte y te secas las lágrimas invisibles. Ya no hay dolor.

Vuelves a tener ganas de vivir, de amar, de sentir, de respirar, de abrazar, de sonreír.

martes, 13 de enero de 2015

Vive en añil

Empecemos la revolución de los malditos extraviados. Vamos a sonreír entre los árboles de agua helada que mojan tu piel cada vez que ese trueno cegador de fantasmas rompe el cielo; como niños que juegan a ser los reyes del parque.
Rompamos las notas escritas con veneno que tanta angustia nos han traído en las noches sin luna, aprendamos a vivir en añil.

Ese es mi trato, sal y respira.
Corta los hilos que evitan que olvides el camino a casa y camina, deja de correr durante un segundo y comienza a mirar la vida a velocidad ralentizada. Y ríe, pero ríe con ganas, que tus pulmones se llenen de oxígeno y en vez de un grito que sean carcajadas las que provoquen un estruendo en los corazones.
Cálzate las botas y guarda los puños, la vida se hizo para dejar huella, no cicatrices. Deja el odio para los demonios y pon en tus ojos los rayos del sol. No busques rimas en el amor y deja que tu corazón viva en versos libres.

Dejemos de pensar en hierro y fuego, volvamos del desierto de dunas escarchadas y tracemos las líneas de lo que para nosotros es el mapa del tesoro. Labios cursivos, fuerza en negrita, y felicidad subrayada. Soltemos la pistola y dejemos de ser los suicidas emocionales que arrancan la vida desgarrada de la tinta.

Esta vez mira sin miedo, persigue estrellas fugaces a plena luz del día escalando tu propio Everest. Vuelve... Regresa al mundo en el que los edificios se pintan de colores y olvida esa vieja escala de grises típica de películas mudas. Entierra los miedos, entierra su nombre. Esta vez juega a ser el caballero que mata dragones, pero no para rescatar a la princesa, sino para reencontrarte con tu espíritu. Cose de nuevo el emblema que tanto tiempo llevaste con orgullo en tu dignidad y lánzate a la guarida de asfalto, tierra, cielo, y agua.

Vivamos en braille, busquemos horizontes, pero que nunca dejemos de pensar que somos los reyes de nuestra corte.

lunes, 12 de enero de 2015

Tinta ante el papel

+ ¿Por qué escribir? Dime.
- Para crear.
+ ¿Crear?, no, se escribe para vivir.

Seguimos cogiendo boli cada vez que nos encontramos entre el norte y el sur, rezando palabras desesperadas que si pudieran cobrar vida gritarían "libertad". Aunque en cierto modo viven, ¿no?. No se escribe por crear algo bonito, cuando dejas parte de tus sonrisas, tus lágrimas, o tus miedos en una página en blanco es porque deseas liberarte de los monstruos, quieres dar vida entre palabras furtivas de instintos animales.
Hablar de respirar, de sentir... Algunos llevamos la vida a los versos quebrados de acordes acabados en una cadencia perfecta.
Nosotros elegimos llevar tinta en la piel... ¿Y si esa tinta se transpasa a la sangre y sientes la necesidad de hacerla real? Las palabras por sí solas no valen nada, pero en cuanto añades un sentimiento puedes tener una bomba atómica lista para deshacer las mentiras más prolíficas.

Por eso todavía tengo esperanza, mientras haya una sola persona que en vez del puño ponga en alto un boli; cada vez que se entregue una carta de amor, un poema, una confesión; cada vez que se escriba una obra de teatro, una novela... Se está viviendo, y al vivir se está creando.

viernes, 9 de enero de 2015

Conectores fragmentados

"Sonreír se vuelve más fácil cuando tienes los auriculares puestos" 

Créeme, no soy ninguna erudita, lo que consigo es a base de esfuerzo y de una pizca de talento. De mi no vas a encontrar escritos insignificantes que solo busquen el embellecimiento literario, solo cuando se pone el sentimiento el arte pasa a ser vida, y la vida... Es arte. 
Siempre he imaginado la vida como ese gran mapa del tesoro en el que nuestros sueños están precisados con una X; nosotros somos los marineros que nos enfrentamos a los piratas y los peligros del mar salvaje mientras vemos cómo las gaviotas trazan círculos en el horizonte. Y no te engañes, es un viaje peligroso en el que solo gana el más fuerte. 

"Amar es respirar, y respirar es existir"

Como bailarines enfrentados por unos acordes silenciosos. Te pasas tus oníricos momentos pensando en esos labios que te hacen rozar la fragancia de la locura, mueres por amor y vives para morir entre esos lunares que forman algo más que constelaciones. Juegas a ser un aventurero en tierras inexploradas que encuentra nuevos palmos de tierra al besar cada milímetro de su piel. Es tu causa y efecto y se divide en kilómetros de suspiros y abrazos. 
Claro qué es respirar, ¿o no has sentido esa tranquilidad al tener su mano enlazada con la tuya?

"Sentir es morir, sentir es vivir"

Es nuestra tortura común, sentir; siempre encerrando corazones bajo carcasas de metal, llorando el sonido más amargo de un "adiós" cuando las sombras te resguardan de los ojos curiosos de la tormenta. Aunque al mismo tiempo es nuestra virtud. Gracias a sentir todavía hay quien entrega rosas a su persona amada, quien da abrazos solo por compartir su calidez; siempre hay quien sonríe a las personas de su lado y camina bajo la lluvia sin paraguas. 

"Valiente es el que se levanta cada día"

Y con esto cerramos, porque es cierto, no hay acto más valiente que el de levantarse cada nuevo día con la esperanza de algo mejor. ¿Sabes? tus ojos pueden estar empañados por los recuerdos, puedes odiar su existencia o dejarte dominar por la furia intrínseca de las pesadillas. Pero recuerda siempre que de las peores tempestades nacen los valientes. 

jueves, 8 de enero de 2015

Catástrofe 2.0

Creo que a veces perdemos el norte, dejamos de mirar la brújula interna que nos mueve y nos encontramos entre las ciudades de asfalto que siempre conocimos, pero perdidos, sin reconocer los edificios o las calles que pisamos cada día. Y perder ese norte suena genial cuando algo en ti anda zarandeándose, porque cuando sientes que algo no está bien, que tu máximo consuelo es pedir otro amanecer... Bueno, tal vez ese sea el momento de pararte a pensar.
He visto más ojos tristes de los que me gustaría, he sentido ganas de llorar, de dejar llevar mi rabia a un grito sacado de la verdad para que muera en el más alto silencio. 
Sí, me he perdido, ya no de lugar, sino a mí misma... Duele, ¿verdad? Trato de recordar quién era antes de conocerte, de recomponer fragmentos que ahora soy incapaz de recordar, y sí, claramente este texto va referido a ti. Porque para qué engañarnos, durante un año pensé que eras mi salvación, mi propio Jardín del Edén, ilusa de mi sentía que con solo tocarme me hacías la más feliz de las personas, y me tocaste, sí... Y me hundiste, como a un simple barco de papel.
¿Quieres la verdad?, deberías mirarte al espejo y darte cuenta del daño que haces. 
Por mi parte... Estoy en mi catástrofe 2.0, cansada de intentarlo todo siempre, de dar hasta el último suspiro en una batalla que tiene la palabra "derrota" pintada en la frente. No quiero rendirme... Pero sí quiero rendirte, al fin y al cabo no te has ganado mi alegría. ¿Te sigo queriendo? no lo sé, tal vez. O tal vez estas ganas de arrancar el nudo de mi garganta se deben al daño que me has estado causando y que yo, mirando por tu felicidad, he aguantado. 
Y sé que muchos no entienden que esto me pase ahora, un mes más tarde. Pero simplemente he llegado a un punto de inflexión en el que ya no puedo seguir aguantando todo lo que he retenido en ese mes, me encuentro al borde del disparo emocional empuñando un arma de doble filo que me mata a la vez que me salva. 
Algún día podré borrar tos fotos y deshacerme de lo poco que me queda de tu recuerdo... Pero me temo que hoy no siento la fuerza necesaria para enfrentarme a eso. Fuiste una cobarde que se dedicó a salir corriendo mientras yo me enfrentaba a todo, y ahora la que quiere correr... La que quiere volver a respirar, soy yo.